lunes, 19 de agosto de 2013

 

EL PERIODO ESCOLAR

 
 Abarca la vida del niño entre los 6 y 12 años y coincide con la asistencia a la escuela básica o primaria. En esta fase de su vida el niño va adquiriendo en mayor medida el uso de razón y discernimiento así como desarrollando una mayor capacidad discriminativa sobre lo que le es conveniente o no lo es, si bien suele preferir lo que es más de su agrado. Va mostrando a la vez un mayor interés por socializar con otros niños y despliega una actividad física más intensa, buscando participar en deportes y otras actividades competitivas, adoptando aveces actitudes temerarias, por no medir bien el peligro. Lo anterior lo expone a sufrir, de una parte, infecciones por contagio interpersonal -es en consecuencia importante que llegue a este momento debidamente vacunado- y de otra también accidentes. No menor es el riesgo de padecer transtornos de la nutrición si es que su alimentación no es cuidadosamente atendida - prefiere el juego a la alimentación - y si esta es de mala calidad puede, cuando ésta sea deficiente sufrir adelgazamiento o por causa de dietas mal balanceadas, desarrollar sobrepeso u obesidad. Esta posibilidad se ha incrementado, en los últimos años, aún desde la etapa preescolar, por el mal hábito de pasarse muchas horas frente al televisor y de preferir alimentarse con productos industrializados  que carecen de un apropiado valor nutricional. La alimentación, la prevención de accidentes físicos y de la incidencia de infecciones son pues las 3 medidas sanitarias que hay tener en cuenta en este grupo de edad. De otro lado, siendo el estudio y el desarrollo cognitivo producto del aprendizaje los logros que se persiguen en este período, el niño debe ser debidamente evaluado respecto a la evolución de sus funciones sensoriales, perticularmente visión y audición. Al igual que en los períodos previos la asistencia por parte del pediatra y según sea necesario de otros profesionales de la salud, odontólogo y psicólogo resultan importantes.